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El último Dodge Challenger SRT Demon 2018, ensamblado en la planta de ensamblaje FCA US Brampton, en Ontario, Canadá, salió directamente para la gran subasta de Barrett-Jackson. Esta producción limitada del Demon 2018, que ostenta un récord mundial y el último superdeportivo estadounidense Dodge Viper 2017, ambos se subastarán a modo de pareja “en el quien da más”, con el 100 por ciento de los ingresos acumulados yendo a parar al United Way.
Como detalles adicionales, el Demon recibirá un color Viper Red exclusivo pintado a mano, aros de aluminio de 18 pulgadas y un distintivo en el panel de instrumentos, único en su tipo. La producción del Challenger SRT Demon se limitó a 3,300 unidades.
El ganador de la subasta Barrett-Jackson Northeast, celebrada en Mohegan Sun Resort en Uncasville, Connecticut, se lleva a casa un paquete descomunal:
1,485 caballos de fuerza combinados: donde el Dodge Challenger SRT Demon aporta 840 caballos de fuerza, el primero y único construido en la industria como mega-auto de producción legal para la calle con el motor V-8 de producción más potente y más de 20 características de desempeño de empuje en la industria.
Por su parte, el Dodge Viper contribuye con 645 caballos, bullendo en su motor de liviano de grado aeroespacial, V-10 de 8.4 litros, y neumáticos traseros macizos de 14 pulgadas de ancho.
Dejando atrás un legado de 25 años con más récords que cualquier otro auto de producción, la producción del Dodge Viper con motor V-10 concluyó en la Planta de Ensamblaje de Conner Avenue en Detroit en agosto de 2017. La última producción 2017 Dodge Viper está diseñada como un homenaje al Dodge Viper RT/10 de primera generación con su exterior Viper Red e interior negro. El automóvil incluye acentos exteriores de fibra de carbono y asientos de cuero negro Alcantara.
Dodge SRT y Barrett-Jackson han colaborado anteriormente con obras de caridad. Por ejemplo, un icónico Dodge Challenger SRT Hellcat 2015, VIN0001, recaudó $1,65 millones para obras benéficas en el 2014, una suma inalcanzable en ese momento por ningún otro auto en la historia de Barrett-Jackson.
