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Cuando en 2011 Porsche eligió Leipzig como epicentro de producción para su futuro SUV compacto, pocos podían anticipar el nivel de éxito y transformación que el Macan traería consigo. Hoy, 14 años después, la marca celebra la salida de la unidad número un millón de este modelo, consolidando no solo un hito industrial, sino una historia de evolución y visión de futuro.
Desde el inicio de su producción en 2013, el Macan se ha convertido en uno de los pilares comerciales de la marca. Solo en 2024, se entregaron más de 82,000 unidades a nivel global, confirmando su permanencia entre los vehículos más deseados del segmento premium. Pero su valor va más allá de las cifras: el Macan ha sido la punta de lanza del proceso de electrificación de Porsche y un catalizador del desarrollo económico regional.
La unidad conmemorativa —un Macan 4 en tono azul Frozen metalizado— no es cualquier SUV. Está equipado con detalles exclusivos como un interior bitono (negro/tiza), techo panorámico, asientos deportivos adaptativos y un head-up display con realidad aumentada. Bajo el capó, ofrece hasta 408 HP de potencia y acelera de 0 a 100 km/h en apenas 5.2 segundos, con una autonomía de hasta 612 km gracias a su batería de 100 kWh y carga ultrarrápida de 800 voltios. Todo ello confirma que este nuevo Macan no es solo eficiente: sigue siendo, ante todo, un Porsche.
Su nuevo propietario, Stefan Schmidt, recibió el vehículo en el Porsche Experience Center Leipzig, en una experiencia exclusiva que incluyó una sesión en el circuito privado de la planta. “Poder conducir el auto en pista antes de llevármelo a casa ha sido emocionante. Hoy entendí de verdad lo que significa conducir un Porsche”, declaró Schmidt tras la entrega.
Detrás del éxito comercial se esconde también una historia de transformación industrial. El Macan impulsó la expansión de la planta de Leipzig, que pasó de ser una instalación de montaje a una fábrica completa con sus propias líneas de carrocería, pintura y, desde 2024, nuevas áreas para la producción de ejes. Además, Leipzig es hoy una de las pocas instalaciones del mundo capaces de fabricar en paralelo vehículos con motores de combustión, híbridos enchufables y eléctricos en una misma línea.
Gerd Rupp, presidente del Consejo de Dirección de Porsche Leipzig GmbH, lo resume así: “El Macan representa crecimiento, cambio y una nueva era. Nos ha permitido convertirnos en uno de los empleadores más importantes de Alemania Central y, al mismo tiempo, liderar la transición hacia la movilidad eléctrica”.
Así, con un millón de Macan rodando por el mundo, Porsche no solo celebra un número. Celebra la consolidación de un modelo que, más que un SUV, se ha convertido en símbolo de evolución, de marca y de ciudad.
