Una habitación desmesuradamente excéntrica, atiborrada de objetos exóticos y con una gruesa alfombra de genuina piel de Yeti, rematada en forma de la SUV Skoda Yeti, es el diseño de un artista de excepción, como Danny Li y última creación inspirada en la marca.
La alfombra es el objeto central del recinto, que sintetiza con clase y estilo dos universos: el del Yeti peludo de tres metros de alto que vive en remotas regiones del Himalaya y el modelo de Skoda del mismo nombre, disponible en cualquier concesionario autorizado, dando paso a una destornillante concepción que oscila entre lo altisonantemente barroco y la gracia gracia de crear innovadoras combinaciones de locura.