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El vínculo entre Alfa Romeo y el “Concorso d’Eleganza Villa d’Este” comenzó con la profunda conexión entre Milán, la cuna de Alfa Romeo, y el lago de Como, durante mucho tiempo salón de la aristocracia de la misma ciudad y escaparate de la cultura italiana. Ese mismo vínculo ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo fuerte hasta el día de hoy. Incluso cuando el enfoque del mundo automotriz cambió a la producción en masa y el Concorso d’Eleganza se convirtió en el brillante recuerdo de una era que nunca se volvió a ver, Villa d’Este prestó su encanto a las sesiones de fotos, eventos, presentaciones y reuniones, donde muchos de los autos antiguos y conceptuales de la marca recibirían prestigiosos premios.
El “Concorso d’Eleganza Villa d’Este” es uno de los eventos más prestigiosos de la industria (el primero data de 1929). Este año, además de su sede tradicional y aristocrática en Cernobbio, el evento también involucró a la encantadora Villa Erba, donde se celebró el centenario de las 24 Horas de Le Mans. De ahí el vínculo con Alfa Romeo, que decidió exhibir dos joyas de su colección vintage, el “Daytona” de 33/2 litros (1968) y el 33 TT 12 (1975), ambos sobre el asfalto francés.
El Alfa Romeo 33/2 litros “Daytona” es el emblema del noble espíritu deportivo de la marca que, luego de retirarse de la competición en 1951 tras conquistar el segundo de sus dos Campeonatos del Mundo de F1 con el “Alfetta” 158-159, volvió a la escena internacional con Autodelta (1963), el departamento oficial de carreras de la compañía de Milán, que celebra este año su 60 aniversario.
Para seguir con sus éxitos iniciales con los turismos, Autodelta decidió dar el salto de calidad en la categoría de “prototipos”, comenzando con el “Tipo 33”.
Los prototipos Sport fueron diseñados exclusivamente para carreras, equipados con motores y chasis extremadamente sofisticados, y fueron producidos en las cantidades limitadas requeridas para la aprobación de tipo. Estaban equipados con un refinado y potente motor central en forma de V de 8 cilindros y dos litros, que entregaba 270 CV y alcanzaba casi los 300 km/h.
La primera versión del 33/2 (donde 33 era el número de proyecto y 2 la cilindrada expresada en litros) en marzo de 1967 ganó su primera carrera, cuesta arriba en Fléron, cerca de Lieja, Bélgica: Alfa Romeo se lanzó al Campeonato Mundial de Automóviles Deportivos. obteniendo prestigiosas victorias en agotadoras carreras de resistencia, primero en las 24 Horas de Daytona de 1968, donde conquistó los tres primeros lugares en su clase con las tripulaciones de Vaccarella-Schütz, Andretti-Bianchi y Casoni-Biscardi-Zeccoli. Esta gran victoria hizo que el nombre del renombrado circuito estadounidense se convirtiera en parte del apodo del Alfa Romeo 33/2. Los 33 también lograron excelentes resultados en las 24 Horas de Le Mans, con otro hat-trick en la categoría. En otras competiciones, también dejó su huella en la clasificación general, incluso por delante de autos mucho más potentes: esto también sucedió en Mugello, donde Vaccarella-Bianchi-Galli subieron al podio.
El desarrollo del Progetto 33 fue incesante y finalmente en 1975 Alfa Romeo logró hacer realidad su sueño al ganar el Campeonato Mundial de Marcas. La estrella de esta abrumadora superioridad fue el Alfa Romeo 33 TT (Tubular Chassis) 12, un automóvil equipado con un motor de 12 cilindros en V 180° de tres litros capaz de entregar 500 hp y alcanzar los 330 km/h. Con grandes pilotos, la mayoría de los cuales también participaron en la Fórmula 1, como Arturo Merzario, Vittorio Brambilla, Jochen Mass, Jacques Laffite, Henri Pescarolo, Derek Bell, Jacky Ickx y Nino Vaccarella, el 33 TT 12 logró la victoria en siete de las ocho carreras. que contaba para el Campeonato Mundial. El legendario motor de 12 cilindros instalado en el automóvil sentó las bases para el regreso de Alfa Romeo a la F1 en 1976, como proveedor de motores para el equipo Brabham.
