La ciencia-ficción se queda corta al compararla con la realidad constante y sonante de la movilidad futura planteada por Mercedes Benz. Su propuesta de vehículo autónomo es evocadora, interpretando la tecnología del tiempo por venir con vivacidad y humanismo. Una mákina soberbia, silenciosa y aerodinámicamente perfecta recorre las calles del inmediato porvenir, ya que desde la óptica de la firma alemana, es sólo una cuestión de tiempo, donde la cotidianidad planteada en el comercial será un logro de la marca de la estrella, más temprano de lo que nadie puede llegar a imaginar.
Los personajes a bordo lo dicen todo: el vehículo va en su ruta por la ciudad, mientras el padre duerme sobre los brazos de la confianza y su pequeño disfruta el placer del viaje, donde el día a día se torna una experiencia exquisita con el sello Mercedes en un habitáculo soñado, por supuesto Premium o mejor aún, magistralmente Premium.