Partiendo desde el primer lugar en la grilla, Lewis Hamilton había dominado el evento hasta la vuelta 64, cuando el vehículo de seguridad se desplegó después de una pesada derivación para Max Verstappen. A partir de ahí las cosas cambiaron radicalmente. Con el campeón del mundo más importante en los últimos 25 años, Mercedes decidió que no había suficiente tiempo para una parada adicional de precaución.
Estaban equivocados. Hamilton salió del pit lane marginal detrás de Vettel, con Rosberg ya al frente de la cola, detrás del coche de seguridad. Cuando se reanudó la carrera, Rosberg aclaró en la distancia, mientras que Hamilton no pudo hacer nada para reponer el Ferrari, a pesar de tener sus neumáticos más frescos.
Daniil Kvyat y Daniel Ricciardo llegaron a casa cuarto y quinto, respectivamente, para el mejor resultado de Red Bull de la temporada, seguidos por el segundo Ferrari de Kimi Raikkonen y el Force India de Sergio Pérez.
En el momento en que Hamilton se reincorporó, Rosberg ya lo había superado, y aunque Hamilton corrió por la ladera de la colina al lado con Vettel, las repeticiones confirmaron que los alemanes apenas habían estado en el segundo lugar. Al final, Hamilton no pudo hacer nada contra Vettel, y para su total disgusto total vio no sólo que el compañero de equipo que había dominado entregó la carrera gracias a la toma de decisiones altamente cuestionables de su propio equipo, pero Vettel terminó segundo. Su ventaja en el campeonato se ha reducido a tan sólo 10 puntos por encima de Rosberg.
La pregunta del dia fue ¿por qué Mercedes decidió rendirse ante la ventaja de Hamilton para una parada que parecía tan innecesaria? El jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff describió el dia de hoy como el peor de su vida, y le ofreció disculpas públicas a su conductor estrella.