Los conceptos automotrices son productos de prueba a la opinión del mercado para sacar conclusiones de su posible producción en serie. Son los portadores de nuevas soluciones tecnológicas y el diseño más atrevido que las marcas puedan realizar, buscando la aprobación del público. En la gran mayoría de los casos nunca pasan a producción, pero la marca toma referencias para adaptarla a los productos existentes. Es el caso del Mercedes-Benz F 400 Carving, que nunca llego a los salones de ventas. Fue un concepto biplaza que recordaba el icono de carreras SLR del 1954 con fuerte influencia del SLR W199 pero en formato compacto, pero por la modernidad de su diseño, aun hoy causaría sensación.
Presentado en el 2001, el Mercedes-Benz F 400 Carving fue uno de esos conceptos que proponía una dinámica de conducción diferente con una tecnología electromecánica capaz de inclinar las ruedas en las curva para aumentar la adherencia y ofrecer una estabilidad superior. De ahí su diseño aerodinámico con rueda casi libres para una inclinación de hasta 28%, que resultó un espectáculo.
Esta makina también contaba con la tecnología drive-by-wire, que controlaba la dirección y el frenado de forma electrónica, sin la necesidad de elementos mecánicos. De igual forma, el chasis se basaba en una composición de aluminio, acero y fibra de carbono con suspensión hidroneumática, mientras la carrocería estaba compuesta por la combinación de nuevos materiales de plástico y fibra de carbono.
Esta mákina montaba el motor de 3.2 litros, brindando una potencia de 218 Hp con una transmisión mecánica de cinco cambios.