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Es la evaluación de las especificaciones técnico-mecánicas, ambientales, de pesos, dimensiones, comodidad y seguridad con las normas legales vigentes para su respectiva aprobación, de acuerdo con las características y especificaciones formuladas por los importadores, ensambladores o fabricantes de vehículos o carrocerías, que cumplan con las normas vigentes.
En nuestro país no hay un órgano que se encargue de homologar los vehículos que entran en territorio dominicano.
No obstante, los mismos fabricantes saben que por las condiciones ambientales, calidad del combustible, condiciones de las carreteras, tipo de conducción, nivel de contaminación, incluso la cantidad de estaciones para recargar (en el caso de los vehículos eléctricos plug in Hybrid) y miles de cosas más, tienen unidades que no deberían entrar a un mercado.
Poniendo como ejemplo los fabricantes americanos, hasta este momento la mayoría de unidades que estaban entrando a nuestro mercado son unidades muy similares a las que han estado importando los concesionarios, que son básicamente unidades que circulan en los Estados Unidos.
Por el mismo tema de las nuevas tecnologías hibridas, ya nos estamos encontrando con vehículos con motores de gasolina, con necesidad de un combustible que contenga 90+ octanos y aunque en papel, decimos que encontramos este tipo de combustible en el país, la verdad es que la gasolina premium en el país ha arrojado niveles de 84 – 86 octanos. El fabricante no permite traer este motor, ya que, por la mala calidad del combustible, sabe que estaría generando un problema al consumidor dominicano. Un tema parecido nos pasa con los motores diesel que se comercializan en los Estados Unidos, los cuales llevan una calidad de diesel que no se encuentra en República Dominicana, por lo que no podemos traer al país.
No es un tema de que tenemos vehículos de menor o mayor calidad, ni es que llevan cambios muy distintos a otros países, sencillamente los fabricantes, antes de enviarnos un modelo nuevo, se sientan con el departamento técnico y evalúan todas las quejas que ha tenido los clientes por modelos anteriores, para poder ver los temas de calidad de combustible, condiciones que han presentado en el pasado y con esto tener un norte de qué deben tomar en cuenta para que este modelo ingrese a República Dominicana y que no vaya a ocasionar un problema para el consumidor.
Un caso muy particular, es de un modelo que su única diferencia entre la versión que entra a Estados Unidos y la versión que se comercializa en nuestro país es que en el panel del radiador, la distancia entre los canales es más grande, para que el polvo no lo obstruya el flujo y pueda tener un mejor desempeño en nuestro país, porque se dieron cuenta que unos vehículos que importaron desde los Estados Unidos, al cabo de unos meses, empezaban a tener temas con el enfriamiento. La solución para homologarlos fue eso mismo, cambiar el panel del radiador.
Estos y miles de ejemplos es lo que lleva a las fábricas a homologar las unidades para un país o no enviar un modelo en particular a ese país.
Con la crisis actual de unidades usadas de los Estados Unidos, hemos encontrado personas que han empezado a importar unidades que iban para otros mercados, que no son los motores que nos ha permitido importar a nuestro país, así como con requerimientos de un combustible de mejor calidad al que encontramos y que las personas van a ir buscando servicio y reclamando “garantía”, ya que son unidades o con muy bajo kilometraje o con pocos años de fabricación.
En nuestro caso en Reid & Compañía, solo las unidades que son importadas por tienen garantía, ya que el fabricante, lleva registro de para qué mercado estaban dirigidas las unidades. A lo que muchas veces llaman como Garantía Mundial, es si en caso se produce un Recall, nosotros como representantes de la fabrica, le daremos el servicio requerido para realizar ese recall y poder resolver esa condición.
