La pasión Porsche se derrama en el segmento SUV compacto, llevando el tono muscular de la marca hasta la médula.
Alemania es una cantera de excelencia a toda escala y Porsche es la carta de representación ideal, que vale la comparación con los aquellos hermanos Grimm, que probaron al mundo su versatilidad innovadora, capaces de diversificar su genio bajo la misma fecunda sangre, en distintas ramas del arte y saber ser líder al mismo tiempo. La extrapolación de estos genios alemanes a Porsche es admisible, por no decir natural, ya que la marca ha sabido recrearse a sí misma, potenciando una esencia nueva en cada recreación, como ocurre desde el 911, el mega deportivo que definió el ADN Porsche para transmitirla a un inédito todo terreno como el Cayenne, luego al lujoso Panamera, y ahora con el Macan, la pasión Porsche se derrama en el segmento SUV compacto, llevando el tono muscular de la marca hasta la médula.
Se trata de otra producción destinada a la exclusividad, probando que el sello Porsche es una élite de exaltación al gusto selecto, o como los hermanos Grimm decían: “el verdadero arte se precia de ser infinito, capaz de expandirse en caudales de sueños sin agotarse nunca”.
Y todo esto no pudo ocurrir en un mejor momento en la historia de Porsche, porque la marca está acelerando sus ventas como nunca antes, entregando al mundo 120 mil unidades en los 7 meses del presente año, lo que significa un incremento del 12% respecto al ejercicio anterior.
Antes de incursionar en la categoría compacta, el Macan debía probar ser capaz de redimensionarse sin perder su ‘porschisencia’, brindando potencia y aceleración con el brioso acento que hizo a la marca lo que es, pero igualmente brillar por su vocación utilitaria, más atrevida en su musculatura y más libre en la forma de asumir voluptuosidad, elegancia y agilidad, dejando muy en claro que Porsche es un camino exclusivo, que canta la original melodía ‘Ferdinandí’ con vibrante acento SUV. Y vaya que el diseño del Macan lo hace con toda su fuerza. El frente es fornido y sensual, ancho y bajo, aunado a una construcción liviana y líneas curvas ágiles y ‘carnosas’, con la genética de la marca brotando de la parrilla como un grito de guerra, a la par de sus gruesas luces ‘ByXenon’, bajo la tecnología Porsche Dynamic Light System, que se acoplan al capó con la sensual tenacidad del 918 Spyder.
En el perfil la casta Porsche se sublima con toda la fuerza de la marca, cobrando un pertinaz gesto deportivo gracias a las amplias cavidades de sus ruedas, la línea descendiente del techo, denominada «fly line», así como sus alerones traseros, sus tridimensionales LED ‘spyderanos’ y sus escapes cromados son un intenso momento de pasión.
En suma, un diseño en claro legado de su majestad el 911, donde el linaje Porsche se recrea en el Macan con pasiones nuevas.
Para acelerar con fuerza en el segmento, el Macan se ‘triversionó’, arrancando con el Macan S, una propuesta equipada con motor V6 biturbo de 3.0 litros que genera 340 Hp y cuenta con tracción total activa con embrague multidisco, regulado y controlado electrónicamente. Su transmisión de doble embrague y siete velocidades, transfiere la potencia según es necesario y casi sin interrupciones en la fuerza de tracción, para dar un 0 a 100 km/h en sólo 5.4 segundos (o 5.2 segundos con el paquete opcional Sport Chrono).
Luego viene el Macan S Diesel, la versión más eficiente de la gama, dotado de un motor V6 turbo Diesel de 3.0 litros, muy ‘elogiante’ a la hora del consumo sin perder la enjundia de la marca, ya que acelera de 0 a 100 km en 6.3 segundos (ó 6.1 segundos con el paquete Sport Chrono).
Finalmente, con más potencia toma la curva el agresivo Macan Turbo, hecho para dejar atrás a todos los SUVs de la categoría, capacitado para la velocidad con su voraz motor V6 biturbo de 3.6 litros, por primera vez usado en un modelo Porsche, legitimado de potencia de sobra en virtud de sus 400 Hp, que hace el 0-100 km/h en 4.8 segundos. Con el paquete Sport Chrono, este Macan Turbo se supera a sí mismo, lográndolo en sólo 4.6 segundos.
Toda la tecnología del mundo pensada para el mayor confort, seguridad y el mayor placer de conducción, tanto a altas velocidades como fuera del asfalto, se encuentran en este ‘tigre’ germánico y multifacético. El sistema PTM es el conjunto de la tecnología de Porsche para el control total de la tracción en las cuatro ruedas, que se compone del diferencial automático de freno ABD, capaz de reducir la velocidad en cada rueda de forma individual, pero de igual modo el control de tracción ASR y el Porsche Stability Management PSM aumentan la tracción en la proporción que requiera cada rueda. De esta forma, el Macan ofrece una elevada dinámica y maniobrabilidad en terrenos difíciles, pero en rectas y curvas es donde más se disfruta.
Pero además, el novedoso Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC) controla la inclinación lateral en curvas y espacios desnivelados, al tiempo que el Porsche Active Suspention Management PASM, regula de forma activa y continua la dureza de la amortiguación, en función del modo de conducción entre «Off Road» y «Sport» (o «Sport Plus» con el paquete opcional)… botones que encienden la diversión. Todo esto quiere decir, que en cualquier circunstancia, condición o velocidad, el Macan obedece con toda lealtad al conductor.
A lo interno del ‘tigre’, respira el espíritu de una marca excitante por derecho propio, que reformula sus valores Premium con gracia y coraje. Los asientos delanteros de posición baja son desenfrenadamente audaces. El sofisticado volante multifunción es deportivismo puro que derrite la pupila, por lo tan devoto que es del Spyder, la base de los tres brazos parece un trozo de aluminio macizo cincelado con perforaciones excitantes. El panel de cuerpos redondos con su tacómetro central, conforman un conjunto muy Sttugart, con un monitor digital que corona el instrumental. La consola central se inclina hacia adelante con la palanca selectora de cambios ubicada a cierta altura, con el claro talento de un auto de carreras.
El sistema de audio de alto desempeño, dotado de equipos fuera de serie completa el encanto interior con toda la clase Burmester High-End Surround Sound, disponible por primera vez en un vehículo de esta clase. Otras opciones nuevas incluyen el sistema de advertencia de salida de carril, que además de una alerta visual y sónica, el mismo volante lo avisa. Características como el sistema Adaptive Cruise Control (ACC) y el sistema Porsche Active Safe (PAS) aumentan el confort y la seguridad.
¿Por qué ponerle a un súper deportivo alemán el nombre del tigre de Indonesia? Sencillamente porque una marca líder puede hacerlo, tal como Porsche lo hizo con el Cayman, el Panamera y el Cayenne, donde Stuttgart buscó inspiración en El Caribe, en la carretera Panamericana y en una flor exótica. Se llama búsqueda de la originalidad, en una marca que continúa recreándose con furia innovadora, conjugando lo Porsche en diversas categorías de la industria, o como dirían los hermanos Grimm: “Hay cosas que pueden decirse muchas veces de muchas formas, sin nunca dejar de ser lo que son pero siendo diferentes al mismo tiempo”, justamente como el Porsche Macan lo hizo, concluiríamos nosotros, por tratarse de una SUV que se arropa de todo el espíritu de la marca, pero con personalidad propia.