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«La competencia es feroz para casas de lujo en el mercado en Montreal y los propietarios de 41 Roxborough han decidido ofrecer un valor añadido», dijo el agente de bienes raíces Christina Miller en un comunicado, colocando nada más y nada menos que un Maserati en la marquesina, con sólo 23,000 kilómetros recorridos.
El auto no es la única cosa de lujo junto al faraónico ambiente de sus cinco dormitorios, ocho baño; además, la propiedad incluye una bodega, un gimnasio, una piscina, sauna, un garaje para dos autos y hasta una sala de fumadores con un sistema de ventilación especial para eliminar el olor.
En estos días, la venta de una casa de lujo en Montreal no es una cosa segura. Algunas casas se han sentado en el mercado por meses, incluyendo la antigua casa de Brian Mulroney, que pasó un año y medio en el mercado antes de su venta por $5,8 millones, muy por debajo del precio de venta inicial de 7,900,000 dólares.
