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Gigantes de la industria automotriz han visto a Tesla como un rival en la carrera hacía la revolución eléctrica. Sin embargo, Elon Musk planteó en su cuenta de Twitter que el verdadero rival de Tesla no es una marca de autos, sino Aramco.
“Cuando la capitalización de mercado de Tesla, que fabrica productos de energía sostenible, supere la de Aramco, que produce combustibles fósiles, sabrás que el futuro será bueno para la Tierra”, escribió Musk en Twitter.
Esta empresa saudí dedicada al petróleo, gas y productos petroquímicos, con origen y sede central en Dhahram (Arabia Saudita), actualmente ha superado a Apple como la compañía más valiosa del mundo con una capitalización bursátil de 2.43 billones de dólares.
Aunque Tesla propone un cambio de paradigma en la industria del automóvil y, en poco tiempo ha sido clave para la electrificación del sector con el claro objetivo de acelerar la transición hacía las energías renovables, no es un fabricante de vehículos.
Con el Model S demostró que un vehículo eléctrico puede ser tan bueno o incluso mejor que uno de combustión. Con el Model 3 confirmó que los carros eléctricos tienen un espacio legítimo en el mercado de alto volumen de ventas.
Pero Tesla siempre ha sostenido que si bien sus autos son el producto estrella de su empresa, son solo una parte de un ecosistema mucho mayor, de una visión más ampliada del futuro.
Los vehículos de Tesla son solo una parte del universo que desea crear, la empresa americana, busca crear un ecosistema basado en la energía renovable y la inteligencia artificial.
Con estos planes marchando sin detenerse, la empresa de energía renovable es la antítesis de Aramco.
