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La movilidad eléctrica de Ford va aumentando su velocidad. El fabricante americano invierte más de 22 mil millones de dólares para duplicar su producción y mejorar la ingeniería.
La primer meta 2030 parece estar cada vez más cerca, y cada una de las marcas productoras de vehículos son conscientes que llegar a ella con la mayor propuesta de eléctricos implica ganar una de las batallas más importantes, no sólo por su beneficio al medioambiente sino también para acaparar primero el mercado mundial futuro.
Ford no sólo arriesga para ser uno más, sino para intentar coronarse en esta apuesta a futuro. Para ello ya está llevando a la práctica su planificación de dejar de producir vehículos de combustión y apostar fuerte a los híbridos enchufables y los futuros modelos 100% eléctricos. Haciendo un balance, el fabricante estadounidense no dudó y abrió su caja fuerte para poner su más alta inversión para los próximos 3 años en la producción de estos tipos de vehículo.
“Estamos acelerando todos nuestros planes: superando las limitaciones, aumentando la capacidad de la batería, mejorando costos e incorporando más vehículos eléctricos a nuestro plan de ciclo de productos. La gente está respondiendo a lo que Ford está haciendo hoy, no algún día”, sentenció el CEO de Ford, Jim Farley, tirando una indirecta (bastante directa) a las proyecciones de sus competidoras.
Según los pronósticos, aumentar la inversión anual de 11.5 a 22 mil millones de dólares lograría que la empresa ya esté en el mercado con sus modelos de automóviles totalmente eléctricos a partir de 2025. En fin, no sólo estará ganando esta carrera contrarreloj sino que está intentando coronarse 5 años antes de lo esperado.
